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Todo lo que debes saber sobre la gestión de pilas y baterías al final de su vida útil

Las pilas y las baterías son elementos que llevan con nosotros más de un siglo, y que todavía a día de hoy seguimos utilizando con asiduidad. Es curioso cómo, llevando con nosotros tanto tiempo, existe un gran desconocimiento sobre su correcta gestión una vez dejan de funcionar. ¿Sabías que una sola pila es capaz de contaminar hasta 3 toneladas de agua? Aunque mucha gente no es consciente de ello, se trata de un tipo de residuo considerado peligroso que, de no tratarse como es debido, puede conllevar consecuencias perjudiciales tanto para el medioambiente como para nuestra salud. 

¿Qué pasa si tiramos las pilas a la basura?

Las pilas son generadores de energía eléctrica, y el modo que tienen de producirla es mediante la transformación de energía química. Para que eso sea posible, las pilas contienen un gran número de materiales pesados en su interior, como el litio, el mercurio, el cadmio o el níquel.

¿Alguna vez te has encontrado líquido saliendo de su carcasa? Esto ocurre cuando, al tener ya cierto tiempo, esas sustancias se oxidan y salen a la superficie agrietando la propia pila.

Si tiramos la pila a la basura junto al resto de residuos, su proceso de corrosión se acelera, y liberan estas sustancias al medio ambiente, dañando todo aquello que las rodea. 

¿Cómo se lleva a cabo la correcta gestión de las pilas y baterías?

Para empezar, cabe diferenciar que no es lo mismo una pila que una batería. Esta última, en lugar de generar energía, almacena la carga eléctrica producida previamente.

Son diferentes, pero pueden resultar extremadamente contaminantes siempre que no se gestionan como es debido. Por ello, es indispensable que tiremos las pilas y baterías usadas en contenedores de recogida especializados

Una vez se depositan en el lugar adecuado, las empresas gestoras como la nuestra somos las que se encargan de clasificarlas en los diferentes tipos de baterías y pilas que existen. Estas últimas pueden ser alcalinas, de botón, recargables, de plomo, etc.

Por último, llega el momento del reciclaje. Este se divide en dos fases diferenciadas:

• Primera fase. Los residuos son sometidos a un proceso de fragmentación que permite una fácil separación y clasificación de cada uno de los materiales que las forman.
• Segunda fase. Se someten a tratamiento. Este puede ser pirometalúrgico o hidrometalúrgico

Todo ello permite recuperar algunos de los materiales que contienen para nuevos usos. Así que ya sabes, siempre que tengas pilas gastadas o baterías estropeadas, busca tu contenedor de recogida especializado más cercano. Porque un pequeño gesto como este, marca la diferencia. 
 

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