La incorrecta gestión de residuos no peligrosos puede convertirse en una infracción legal muy grave, conocer la tipología de nuestros residuos y prestarles la atención que necesitan nos ayudará a encontrar medidas para su gestión adecuada. Algunas empresas no dan la importancia que se merece a la gestión correcta de los desechos no peligrosos a pesar de ser los más frecuentes en la actividad industrial. Los residuos peligrosos acaparan mucha de la atención y de la preocupación de las empresas, pero no nos podemos olvidar de que toda gestión de residuos incorrecta puede acarrear problemas. Según la Ley 22/11, de 28 de julio, de Residuos y Suelos Contaminados se considera una infracción muy grave “el abandono, vertido o eliminación incontrolado de cualquier tipo de residuos no peligrosos”. Debemos conocer qué tipos de desechos no peligrosos produce nuestra empresa para poder gestionarlos de acuerdo con el marco legal. Los residuos no peligrosos generados por las actividades industriales se pueden clasificar de la siguiente forma:
- Residuos inertes: Según especifica la ley son “aquellos que no experimentan transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas”. Es decir, no son ni combustibles, ni solubles, ni biodegradables. Para estar clasificado dentro de este tipo de residuos, es importante que los desechos no signifiquen un peligro para el medioambiente o la salud humana. Asimismo, para la clasificación de estos residuos deberá tomarse en cuenta la lixiviabilidad total, el contenido de contaminantes de los residuos y la ecotoxicidad del lixiviado deberán ser insignificantes, en particular no deberán suponer un riesgo para la calidad de las aguas superficiales y/o subterráneas.
- Residuos industriales asimilables a domésticos: Este tipo de residuo son generados por una industria pero tienen características similares a los desechos de un domicilio. Normalmente, son los residuos producidos por el personal de la empresa pero que no están relacionados de forma directa con la actividad industrial: botellas de agua, embalajes de cartón, bolígrafos, restos alimenticios…
- Residuos de construcción y demolición: Según el Real Decreto 105/2008, de 1 de febrero, se trata de este tipo de residuos sí son generados por actividades de construcción o demolición pero no son catalogados como peligrosos.
- Residuos valorizables: Además, los residuos no peligrosos pueden ser valorizables o no. Los residuos valorizables son los residuos que, mediante una correcta gestión, pueden ser reciclados para un nuevo uso. Todos conocemos los más populares: papel, plástico, cristal… pero también incluyen otro tipo de residuos como madera, chatarra, cables o aceites. Por el contrario, los desechos que no pueden ser reciclados, entrarán dentro de la tipología de residuos no valorizables.
- Los residuos valorizables son los residuos que, mediante una correcta gestión, pueden ser reciclados para un nuevo uso. Todos conocemos los más populares: papel, plástico, cristal… pero también incluyen otro tipo de residuos como madera, chatarra, cables o aceites. Por el contrario, los desechos que no pueden ser reciclados, entrarán dentro de la tipología de residuos no valorizables.
Clasificar nuestros residuos puede ser tedioso y sobre todo confuso si no contamos con la experiencia o los conocimientos adecuados pero es imprescindible para evitar conflictos legales. Para facilitar la tarea, la Comisión Europea cuenta con una lista de productos según su clasificación común para los estados miembros de la Unión Europea, el Catálogo Europeo de Residuos (CER). En ella aparece una lista clasificada según su tipología de los residuos más habituales en la industria. ¿Sigues teniendo dudas? Contáctanos. Estaremos encantados de asesorarte y ayudarte en la correcta gestión de productos de tu empresa. Fuente: http://www.ihobe.net/documentos/imagenpaginas/000-RNP.pdf CER: https://www.uam.es/servicios/ecocampus/especifica/descargas/legislacion/catalogo_residuos_europeo_2002.pdf
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