El plástico se ha convertido en un verdadero problema para el medio ambiente y para nuestra salud. Ingerimos microplásticos a diario. En el agua que bebemos, en muchos alimentos e incluso lo respiramos. Y cada año nueve millones de toneladas de plásticos acaban en los océanos.
Por ello es importante la concienciación, para reducir el consumo de plástico, y el conocimiento, para saber que plásticos se pueden reciclar y darles una nueva vida. Además, también hay que apostar por la investigación, para que aporte un mayor conocimiento de las consecuencias de esta situación y conseguir que el 100% de los envases plásticos puedan reutilizarse, reciclarse o convertirse en compost en el 2025.
¿Qué plásticos se pueden reciclar y cuáles no?
Pero hasta que llegue esa fecha, ¿qué plásticos se pueden reciclar y cuáles no? Cuando hablamos de este material lo hacemos en genérico, pero hay muchos tipos de plástico. Pero empecemos por el principio. ¿Qué es el plástico? El término plástico proviene del griego «plastikos» que significa que se puede moldear. El término engloba materiales constituidos por una variedad de compuestos orgánicos, sintéticos o semisintéticos, que tienen la propiedad de ser maleables y por tanto pueden ser moldeados en objetos sólidos de diversas formas.
Para identificarlos la Society for Plastic Industry creó, en 1988, un sistema de identificación de los distintos envases plásticos: el famoso triángulo con un número dentro que aparece en muchos envases. Cada número representa a un tipo de plástico:
1. PET(Polietileno tereftalato). Es uno de los más utilizados. Se encuentra en la mayoría de las botellas de agua y en muchos envases de alimentos. Es uno de los plásticos más fáciles de reciclar.
2. PEAD (Polietileno alta densidad). Es un tipo de plástico muy resistente y se usa para botellas de productos de limpieza, de cosmética, de leche, de zumos… también se utiliza para las capas de los tetrabricks y para las bolsas más resistentes. También se puede reciclar.
3. PVC (Policloruro de vinilo). Es el que se utiliza para embalar elementos no alimenticios (por su toxicidad). Se encuentra en tuberías, cables, botellas de detergente, canalones, pero también en tarjetas de crédito o piel sintética. Es muy difícil de reciclar.
4. PEBD (Polietileno baja densidad). Es uno de los más seguros que existen y se puede reutilizar y reciclar (aunque no es tan fácil hacerlo como con el 1 y el 2). Se usa para film adhesivo, bolsas, botellas de plástico blando…
5. PP (Polipropileno). Es uno de los más resistentes. Su uso más habitual es en tapones, tapas de envases, en envases de comida, fibras de tejidos o en los pañales. Es uno de los más fáciles de reciclar.
6. PS (Poliestireno). Es un gran aislante. Tiene una gran variedad de usos como las bandejas de los supermercados, envases de comida rápida, los estuches de los cedés o los cubiertos desechables. Además es complicado poder reciclarlo.
7. Otros. Todos aquellos plásticos de los que no se sabe su composición. No se pueden reciclar.
Reciclaje del plástico
Conocer lo que significa cada número puede facilitar su separación para su posterior reciclaje. Porque el plástico es un material que tiene algunas propiedades interesantes y prácticas. Por ejemplo, permite producir productos de todo tipo. Además es un material fácil de trabajar y es barato. A ello se une que el plástico es un buen aislante en general, es impermeable y tiene cierta resistente a la abrasión y a la degradación.