2017 es el año marcado por la Unión Europea para priorizar y mejorar la gestión de residuos y apostar firmemente por la reutilización, la reparación y el reciclado. Para ello quieren poner en marcha un paquete de medidas que buscan gestionar los residuos de forma más eficiente y eficaz y se ha marcado una serie de objetivos de reciclaje muy ambiciosos con la vista puesta en 2030:
- Reciclar el 75% del vidrio consumido en 2025.
- La normativa exige que antes de 2020 se recupere de forma efectiva, como nuevas materias primas, el 50% en peso de los residuos domésticos y comerciales. En la actualidad España recicla el 33%.
- Reducir a la mitad el desperdicio de alimentos antes de 2030.
- Reciclar el 65% de los residuos municipales en 2030.
- Reducir la eliminación en vertedero a un máximo del 10% (el Parlamento Europeo ha propuesto un 5%) de todos los residuos en 2030.
Las medidas se centran en la gestión de residuos municipales, los vertedores, el empaquetado, vehículos, baterías y acumuladores y residuos de equipamiento electrónico. Los residuos municipales representan el 10% del total de residuos generados en Europa. Según datos de Eurostat en 2014 el 44% de la basura municipal en la UE fue reciclada o destinada a compostaje. El objetivo es alcanzar el 50% en 2020 y el 65% en 2030.
Además, solo el 10% podrá acabar en los vertederos. Este aspecto es el más problemático, debido a las diferencias existentes entre los países miembros. Por un lado existen países como Austria, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Holanda y Suecia que prácticamente no envían residuos municipales a los vertederos. Sin embargo otros como Chipre, Croacia, Letonia, Grecia y Malta todavía vierten más del 75% de la basura municipal. España no está lejos de este grupo y tiene todavía mucho que avanzar, aunque la UE reconoce el esfuerzo legislativo que se ha hecho en esta materia.
Por lo que respecta al empaquetado, el material (papel y cartón, plástico, vidrio, metal y madera), la UE quiere que el 80% sea reciclado en 2030, con objetivos intermedios para 2025 para cada material. Y por lo que respecta a vehículos, baterías y acumuladores o equipamiento electrónico, las nuevas normas hablan de un correcto reciclaje, para evitar riesgos para la salud y el medio ambiente.
Se trata de apostar por una economía circular, donde los productos y materiales son reciclados y reutilizados, en lugar de utilizarlos solo una vez y luego desecharlos como ocurre en la actual economía lineal. Y para ello es necesario incrementar las tasas de reciclaje.
Además, una mejor gestión de residuos no solo beneficia al medio ambiente y a nuestra salud (se estima que se reducirían las emisiones entre un 2-4%). También aporta beneficios económicos y de empleo, según diversos estudios. Por ejemplo, Bruselas apunta a un aumento del PIB del 1%, la creación de 2 millones de puestos de trabajo y ahorros netos de 600.000 millones de euros para las empresas europeas.
Todo este paquete de medidas está compuesto por cuatro directivas que afectan a la siguiente normativa comunitaria: Directiva 2008/98/CE sobre los residuos, Directiva 94/62/CE relativa a los envases y residuos de envases, Directiva 1999/31/CE sobre vertido de residuos, Directiva 2000/53/CE sobre vehículos fuera de uso, Directiva 2006/66/CE sobre pilas y baterías y sus residuos y Directiva 2012/19/UE sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. En estos momentos, Parlamento Europeo, Comisión Europea y el Consejo de Europa están iniciando las negociaciones para crear una normativa común y consensuada para reducir la generación de residuos, controlar su gestión e impulsar el reciclaje.
Sin comentarios