Varias son las directrices europeas en materia de residuos que se han presentado en los últimos meses a nivel europeo. Con ellas se pretende poner un poco de orden en la gestión de residuos y su clasificación, principalmente la de los residuos peligrosos. Otro de los objetivos de estas nuevas directrices es avanzar hacia una Economía Circular.
Directrices europeas para la clasificación de residuos
La primera de las nuevas directrices de la Comisión Europea es la comunicación ‘Orientaciones técnicas sobre clasificación de los residuos’, que trata de orientar sobre la interpretación y aplicación de la legislación en lo relativo a la clasificación de residuos. Su importancia radica en las importantes consecuencias que tiene la clasificación de un residuo como peligroso o no peligroso, principalmente para la gestión, tanto a la hora del etiquetado y el almacenamiento, como en lo referente a su transporte y tratamiento. Así se evitan riesgos para la salud y el medio ambiente. Además facilita un procedimiento para determinar esa diferenciación y el epígrafe de la Lista Europea de Residuos (LER) en el que podría clasificarse, conocido como código LER.
Otra de las nuevas directivas de la Unión Europea son las que se incluyen dentro del Paquete de Economía Circular, que estarán en vigor antes del 5 de julio de 2020. Unas directivas que modifican las ya existentes sobre residuos, vertido de residuos, envases y residuos de envases. Hay que recordar que el Parlamento Europeo aprobó a principios de 2018 las nuevas reglas sobre reciclaje y gestión de residuos. Según esta normativa, los Estados miembros deberán alcanzar unas tasas de reutilización y reciclaje de basura a nivel municipal que irán aumentando progresivamente, pasando del 55% en 2025 al 60% en 2030 y al 65% en 2035. Para el 1 de enero de 2025, los países de la Unión Europea deberán de tener establecida un sistema de recolección separada para textiles y los desechos peligrosos de los hogares. Además, deben asegurarse de que para el 31 de diciembre de 2023, los biorresiduos se recolectan por separado o se reciclan en la fuente (a través del compostaje doméstico, por ejemplo) y de forma adicional a la recolección que existe para cartón, vidrio, metales y plástico.
A ellas se une la revisión y las conclusiones del Documento de Referencia (BREF) de Mejores Técnicas Disponibles (MTD). Este Documento está considerado como una base técnica para que las administraciones puedan establecer las condiciones de los permisos para las estas instalaciones de tratamiento de residuos. Por ejemplo, fija niveles de emisión asociados a dichas MTD, que serán exigibles a partir de agosto de 2022. Se necesita que cada residuo sea tratado en instalaciones específicamente autorizadas según sus características y con una aplicación homogénea de la norma que no distorsione la competencia. El objetivo es reducir el impacto medioambiental de estas plantas de tratamiento y gestión de residuos.
Objetivo: mejora en la gestión de residuos
Con estas novedades legislativas, la Comisión Europea avanza hacia una mejor gestión de residuos, mucho más segura para el medio ambiente y para la salud de las personas. Además, desde la UE se está haciendo mucho hincapié hacia la importancia del régimen de responsabilidad compartida del residuo dentro de la cadena de gestión. Es decir, que los productores de residuos no descarguen completamente la responsabilidad del tratamiento a los gestores de residuos, sino que se impliquen en ese proceso, por ejemplo, con una correcta clasificación de los residuos como paso previo para gestionarlos eficazmente.
Leonardo, Gestión de Residuos Valencia