(REPACAR) En 2011, la industria española de la recuperación y el reciclado de residuos de papel y cartón gestionó 4,7 millones de toneladas de estos residuos, de las cuales 923 mil toneladas (el 19,5%) provinieron de los sistemas de recogida municipal, fruto del esfuerzo de los ciudadanos, y 3,8 millones de toneladas (el 80,5%) de los sistemas de recogida industriales, gestionados íntegramente por empresas privadas.
En los últimos diez años, el sector de la gestión de los residuos ha sufrido una gran transformación. La tasa de reciclaje de papel ha crecido 14 puntos, pasando del 65% en 2001 al 79% en 2011; alcanzándose prácticamente el límite técnico. Estos datos sitúan a esta industria muy por encima de las exigencias en materia de reciclado que fija la Unión Europea. Este camino, que comenzó hace 15 años, no ha sido fácil de recorrer.
Los resultados actuales hay que agradecérselos al esfuerzo que ha realizado el conjunto de la sociedad, desde los ciudadanos a las administraciones públicas, pero sobre todo, a las empresas del sector de la gestión de residuos, que cada día cuentan con un papel de mayor relevancia como agente impulsor de la transformación sostenible a la que están abocados los sistemas productivos actuales.
El aumento de las tasas de recogida y reciclado ha situado a la industria del reciclado como una actividad destacada en la dinámica económica y social actual. Hoy en día, en Europa, se recogen y gestionan más residuos reciclables que nunca. Es un hecho, conocido por todos, que hoy por hoy, la industria europea no tiene capacidad suficiente para consumir todo este material, por lo tanto, la exportación, además de suponer una ventaja económica para nuestra balanza comercial, es la vía natural de canalizar este excedente que, de otro modo, se perdería sin ningún tipo de aprovechamiento.
En el caso concreto de los residuos de papel y cartón recuperado, y según los datos de la Confederación de Industrias Papeleras Europeas, en Europa se genera un excedente de 9 millones de toneladas de este material, que se exporta a otros mercados, principalmente asiáticos, destino clave para el reciclado de todo el mundo, ya que es la zona geográfica de mayor crecimiento económico mundial. Si estas exportaciones no se produjeran todos estos excedentes europeos terminarían en vertederos o incinerados, con los riesgos y perjuicios medioambientales que ello conlleva. Por otra parte, las emisiones asociadas al transporte de las exportaciones de estos materiales reciclados son bajas, puesto que utilizan contenedores que en cualquier caso retornarían vacío, como así demuestran algunos estudios realizados por prestigiosas instituciones. Por el contrario la venta de este material a otros mercados aporta otros beneficios, además de los de tipo ambiental. En este sentido, una amplia gama de compradores de materiales reciclados que compiten libremente por los mismos permite aumentar los ingresos totales de ventas de España y Europa, lo que a su vez se traduce en una considerable reducción en los costes de mantenimiento de los servicios de gestión de los residuos municipales, comerciales e industriales, minimizándose el riesgo de crisis de los mercados de reciclables y evitando su posible interrupción o colapso.
Desde REPACAR apostamos por una industria papelera fuerte, próspera y competitiva y apoyamos todas las medidas destinadas a compensar los altos costos de la energía que esta industria soporta y que merman su competitividad. Sin olvidar, que en este mercado global, el papel, o mejor dicho la fibra, puede viajar de diferentes maneras (fibra virgen, bobinas, embalaje de bienes de consumo, materia prima recuperada, etc.) y que poner cortapisas al comercio en cualquiera de sus diferentes etapas, significa romper en algún punto la cadena del reciclaje.
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