Una de las formas de reciclar más beneficiosas para el medio ambiente es el reciclaje de papel. Por cada tonelada de papel reciclada se ahorran dos metros cúbicos de vertedero, 140 litros de petróleo, 50.000 litros de agua y la emisión de 900 kilos de CO2. Además supone una disminución del 74% de las emisiones de gases, una reducción del 35% de las emisiones contaminantes del agua y se evita la tala de los bosques.
En la gestión de residuos, el reciclaje de papel y cartón adquiere un gran protagonismo, ya que se logra recuperar hasta un 70%. Este nuevo producto no solo se convierte en papel reciclado, también puede transformarse en cajas, periódicos y revistas, pantallas de lámparas, mascarillas sanitarias, filtros de café, servilletas… hay un sinfín de productos realizados con papel reciclado que utilizamos diariamente.
Por ello como ciudadanos es importante separar y depositar el papel en los contenedores azules. Y como empresa es fundamental contar con un plan de reciclaje de papel, que separe aquellos que contiene información confidencial de los que se pueden reciclar sin problemas. Realizar una buena gestión de residuos, tanto en casa como en la empresa, es el primer paso para cuidar el medioambiente.
¿En qué consiste el reciclaje del papel?
Una vez depositado el papel y cartón en los contenedores azules, la empresa de recogida de residuos en Valencia los traslada a una planta de transferencia de residuos. Allí se clasifican, preparan y se embalan para su manipulación.
El siguiente paso es convertir esos residuos en una pulpa de celulosa para separar las fibras del papel usado sin romperlas. Para ello se utilizan medios químicos y mecánicos. Una vez obtenida la pasta, se trata con diferentes aditivos y/o minerales y se pasa por diferentes filtros para eliminar los objetos que pueda contener.
Cuando esa pasta de papel está limpia se vuelve a pasar por un tamiz para que las fibras se coloquen y formen una lámina. Esa lámina se coloca sobre una tela para secarse. El agua atraviesa la tela y cae, mientras que la fibras de papel se quedan arriba. Para eliminar el agua que quede se pasa la lámina por unos rodillos.
Poco a poco ese papel reciclado va adquiriendo la consistencia deseada, pero aún hace falta eliminar la humedad que queda a través de la presión y calor. Además eso ayuda a que las fibras se junten, se sequen y se conviertan en papel reciclado, tal y como lo conocemos. En este punto del proceso solo queda enrollarlo en bovinas y trasladarlo para su uso.
El papel supone el 18% de los residuos que generamos día a día. Reducir su consumo y reciclar el papel que usamos reduce nuestra huella medioambiental. Por eso es importante seguir las tres “R” del reciclaje:
- Reducir el consumo de papel. Muchas veces imprimimos documentos que perfectamente podemos manejar de manera electrónica, escribimos en un papel solo por una cara… estos gestos aumentan de manera considerable el consumo de papel y por tanto incrementa la tala de árboles y la contaminación.
- Reutiliza el papel de periódico. Puede servir para cubrir superficies, para limpiar ventanas o para envolver objetos delicados.
- Compra papel reciclado o productos hechos con papel reciclado. Así pones en práctica la tercera R, reciclar y optimizas el ciclo vital de este producto.
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