Las empresas, por sus procesos productivos y sus servicios, consumen una gran cantidad de recursos naturales y además generan muchos residuos. Hoy en día, es importante implantar una política de cuidado del medio ambiente en las empresas y para ello es fundamental contar con un buen asesoramiento medioambiental, para reducir sus consumos y realizar una buena gestión de residuos.
En Leonardo queremos ayudarte con este decálogo de buenas prácticas medioambientales para empezar a sentar las bases y reducir el impacto ambiental en tu empresa. Son medidas sencillas pero que requieren un cambio en los hábitos de la organización. Un cambio necesario, no solo para el medio ambiente, sino también para mejorar la competitividad y la reputación de la empresa.
Buenas prácticas medioambientales en tu empresa
- Optimiza el consumo de agua. Instalar dispositivos de regulación de caudal, limitadores de presión, sistemas eficientes de riego… son algunas medidas que minimizan el consumo de agua en la empresa. Pero también cerrar los grifos cuando no necesitemos agua, contar con un buen mantenimiento o controlar las fugas.
- Enciende la luz solo cuando sea necesario. Consumimos más electricidad de la que hace falta. Hay áreas de la empresa que no necesitan tener iluminación siempre, nos olvidamos de apagar las luces cuando salimos del despacho o tenemos más intensidad de luz de la que realmente necesitamos. Además, es preferible aprovechar la luz natural que entra por las ventanas o reemplazar las incandescentes tradicionales por bombillas LED.
- Reduce el ruido. El ruido también afecta al medio ambiente. Por eso es importante instalar un buen sistema de aislamiento en la empresa e intentar reducir el ruido que se genera.
- Mantén los niveles de climatización adecuados. No hace falta que la calefacción o el aire acondicionado estén fuertes, una diferencia de 12º con el exterior no es saludable y además consume mucha energía. También es más sano y más barato aprovechar la regulación natural de la temperatura con ventanas abiertas para que entre el aire o persianas para reducir el calor.
- Apaga los aparatos eléctricos. Al acabar la jornada, no dejes el ordenador en reposo, apágalo y desenchufa los alimentadores de corriente. Si te levantas de la mesa pon el ordenador en modo “ahorro de energía” . Y utiliza equipos que sean eficientes energéticamente.
- Reduce las necesidades de material. Antes de imprimir algo, piensa si es necesario gastar papel y si lo necesitas imprime en doble cara, reutiliza el papel impreso para escribir, usa papel reciclado, …
- Deposita los residuos en el lugar adecuado. Así contribuyes a una buena gestión de residuos y facilitas el reciclaje. Hay que prestar especial atención a los residuos peligrosos como pilas, tóner o aparatos eléctricos y electrónicos.
- Apuesta por una buena gestión de residuos. Es importante contratar con gestores autorizados que realicen una correcta gestión de residuos y te aconsejen sobre cómo almacenarlos y separarlos. Además si cuentas con un asesoramiento medioambiental de calidad podrás implantar planes de reducción de residuos y gestionarlos de la mejor manera posible para el medio ambiente.
- Atención a la limpieza. Sustituir los productos con sustancias tóxicas por métodos más inocuos o ecológicos, utiliza sistemas que reduzcan el consumo de agua y evita vertidos.
- Transporte y movilidad sostenible. Si eres una empresa de transporte diseña las rutas optimizando los recorridos y realiza un buen mantenimiento de la flota. Y para desplazarte al trabajo apuesta por compartir coche con compañeros o, si se puede, utiliza el transporte público, la bicicleta o ve caminando. Evita también dejar cualquier tipo de vehículo o carretilla arrancado cuando no se estén usando. Además de reducir la contaminación atmosférica ahorramos en combustible.
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