Consecuencias del cambio climático

Los efectos del cambio climático se ven por todas partes y son imposibles de negar. Un iceberg gigante que va a la deriva en el Antártico, la mortalidad de los árboles en los bosques tropicales, olas de calor sin precedentes, lluvias torrenciales…

La Organización Mundial de la Salud ha puesto cifras al impacto del cambio climático en la salud: el número de desastres naturales relacionados con el clima se ha triplicado desde los años 60 y cada año causan más de 60.000 muertes y el asma afecta ya a unos 300 millones de personas.

Si tuviéramos que enumerar cuales son las principales consecuencias del cambio climático destacaríamos las siguientes:

• Aumento de las temperaturas. En los últimos cien años la temperatura promedio del planeta ha subido 1,5 grados. En algunos casos se han alcanzado temperaturas extremas que, por ejemplo, provocaron 2.000 muertes en 2014.
• Deshielo de los polos. Este deshielo provoca un aumento del nivel de los océanos (alrededor de 3 mm por año). El incremento puede provocar que algunos países pierdan parte de su territorio.
• Fenómenos climáticos y cambios de temperaturas. En unas zonas se viven los veranos más calurosos, mientras que otras sufren los inviernos más fríos. Heladas y nevadas fuera de temporada o sequías en temporadas de lluvias. Aumentan los fenómenos como tifones o huracanes.
• Problemas para la adaptación de la naturaleza. Algunas especies de plantas y animales están teniendo problemas para adaptarse y muchas están expuestas al riesgo de extinción.

Y esto es solo el principio. Si no se toman medidas las consecuencias del cambio climático se agravarán y, según los expertos, se causaría tal desastre natural que sería imposible de revertir.

Por eso es importante adoptar medidas estructurales que son las que consensuan las grandes líderes mundiales y que nos afectan a todos. Pero también es fundamental apostar por las soluciones a pequeña escala, esos pequeños gestos que pueden contribuir de alguna manera a frenar el avance del cambio climático.

Esos pequeños gestos, en el caso de las empresas, tienen que ver con la gestión de residuos, el consumo de energía y agua y el transporte:

• Gestión de residuos. Una buena política de gestión de residuos, para su tratamiento y posterior reutilización y reciclado, contribuye a evitar el agotamiento de los recursos y a reducir la emisión de gases efecto invernadero.
• Eficiencia energética. Apostar por un modelo energético más sostenible, basado en el ahorro y la eficiencia energética y en el uso de tecnologías limpias ayuda a mitigar las consecuencias del cambio climático.
• Transporte. Fomentar el uso del transporte compartido entre sus empleados, apostar por los vehículos híbridos o por el transporte de mercancías por ferrocarril son algunas de las medidas que se pueden implantar.

Para gestionar todo ello es fundamental contar con un buen asesoramiento medioambiental que marque las líneas a seguir, ayude con el cumplimiento de la normativa y busque las mejores técnicas para la gestión medioambiental de la empresa.

En Leonardo, el arte de gestionar residuos, contamos con un servicio de asesoramiento medioambiental en Valencia que además te ayudará con la gestión de residuos, realizará una evaluación de la empresa, revisiones periódicas, así como la actualización de la información medioambiental que afecta a la empresa y la asistencia técnica para la resolución de dudas.