La economía circular es un nuevo modelo económico en el que se busca que el valor de los productos, materiales y recursos se mantenga el máximo tiempo posible. Se llama así en contraposición a la economía lineal, que consiste en consumir y tirar. La economía circular está basada en el principio de cerrar el ciclo de vida y de reducir al mínimo la generación de residuos.
La economía circular está estrechamente unida a la sostenibilidad y al uso eficiente de los recursos. La reutilización, reparación y reciclaje son el eje de esta cultura. Y como complemento al reciclaje está la valorización energética. No todos los residuos se pueden reciclar, pero la gran mayoría se pueden aprovechar energéticamente, evitando así su vertido. No hay que olvidar que para la Unión Europea, el vertido es la última opción. Dentro de sus objetivos para 2030, no es aceptable depositar en vertedero residuos que puedan ser reciclables o valorizables energéticamente. Por lo tanto en cualquier proyecto de gestión de residuos debe contemplarse la valorización energética como alternativa.
Es más, la valorización energética es un mecanismo fundamental en la lucha contra el cambio climático y en la reducción de los gases de efecto invernadero, ya que ayuda a reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Por ambos aspectos, la valorización energética juega un papel muy importante en la economía circular.
¿Qué se consigue con la valorización? Esos residuos que no son reciclables pueden generar energía (vapor de agua, electricidad o agua caliente) tras un proceso de combustión. Esa energía se transporta a la red y se distribuye a los usuarios finales: empresas, industrias, hogares, hospitales… Según la Confederación Europea de Plantas de Valorización Energética, en la actualidad se podría abastecer de energía a 70 millones de europeos.
Ya hay ejemplos de ello en diversas ciudades europeas. En Dinamarca, hay hogares que disponen de calefacción central más barata gracias a la recuperación energética de los residuos no reciclables. En Holanda, el 70% de la energía renovable procede de la valorización energética. Y en Italia se esta apostando por construir nuevas plantas de valorización energética y mejorar el rendimiento de las actuales.
En España, la gestión de residuos no reciclables a través de la valorización está lejos de alcanzar las cuotas de estos países. Solo el 10% acaba en plantas de valorización, mientras que el uso de vertederos se sitúa en el 60%. Por ello es importante que tanto empresas como administraciones avancen en una mejor gestión de residuos para cumplir con los objetivos marcados por la UE y para avanzar en una mayor protección del medio ambiente.
Contar con un gestor de residuos como Leonardo le ayudará a dar los pasos necesarios. Además de ofrecerle un asesoramiento medioambiental en Valencia para saber cómo actuar y conocer la normativa existente, en Leonardo también contamos con un servicio de gestión de residuos. Conseguimos reciclar el 70% de los desechos y el resto son transformados en combustible, en los centros gestores de valorización. Nuestro método de gestión de residuos en Valencia nos permite aprovechar el 100% de los desechos, contribuyendo así al cuidado del medio ambiente.
La economía circular es una apuesta muy interesante para las empresas. Está comprobado que la reutilización de los recursos es más rentable que crearlos de cero. Además apostar por la sostenibilidad puede suponer un importante ahorro en las cuentas de la empresa. Por no hablar de la mejora de la imagen de cara al consumidor.
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